En los últimos años, el término woke ha pasado de ser una afirmación de conciencia política a convertirse, en muchos contextos, en un insulto. En este taller proponemos salir del automatismo de la trinchera para hacernos una pregunta incómoda y poderosa: ¿Qué sienten, temen o necesitan quienes critican lo "woke"? ¿Hay algo que no estamos viendo? ¿Cómo podemos dialogar sin ceder lo esencial? Desde un enfoque experiencial y participativo, invitamos a los y las activistas a ponerse en los zapatos de quienes ven el activismo identitario, antirracista, feminista o ecologista con recelo o saturación. No para justificar el rechazo, sino para comprender sus raíces emocionales, sociales y culturales. La propuesta es explorar juntos posibles caminos de reencuentro, traducción y conexión que amplíen el alcance de nuestras luchas sin negar su profundidad.